
ENSEÑANZA Y SISTEMAS

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LA OCTAVA DE TRABAJO.
LA "ELEVACIÓN DE LAS EMOCIONES".
(Maurice Nicoll).
Contenido de esta Nota:
(de "Comentarios Psicológicos Sobre las Enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky", Volumen III, por Maurice Nicoll).
1. LA OCTAVA DE TRABAJO I.
(Great Amwell House, 11 de octubre de 1947).
2. LA OCTAVA DE TRABAJO II.
(Great Amwell House, 25 de octubre de 1947 ).
3. LA OCTAVA DE TRABAJO III.
(Great Amwell House, 1° de noviembre de 1947 ).
1. LA OCTAVA DE TRABAJO I.
(Great Amwell House, 11 de octubre de 1947).
La primera nota Do de la Octava-Trabajo fue una vez definida como: "La Valoración de las ideas del Trabajo". Y ya que la Octava-Trabajo es una octava ascendente, la próxima nota es Re. Y esta nota Re, fue definida como: "La Aplicación de las Ideas-Trabajo a uno mismo". La tercera nota Mi fue definida como: "La Comprensión de las Dificultades Personales".
Ahora bien, la siguiente nota Fa está situada más allá del lugar del Semitono Faltante, y esto tiene un significado psicológico, pues es preciso dar un choque especial allí para alcanzar la etapa de comprensión representada por la nota Fa.
A este respecto se dijo anteriormente que Do debe sonar al comienzo con bastante fuerza. Esto es, la valoración del Trabajo debe ser bastante poderosa como para impartir suficiente fuerza a quien pasa de la nota Mi y llega a la nota Fa, dejando a un lado otras cosas.
Es obvio que si una persona estima ligeramente el Trabajo, o no lo comprende, o cree en su fuero interno, secreto, que es un disparate y cosas semejantes, nunca llegará a valorarlo. Por lo tanto no lo aplicará a sí misma y no será capaz de alcanzar un grado más elevado de comprensión de sí, ni de soportar cosa alguna que sea lesiva a su auto-estima.
Hablaremos luego sobre la tercera nota Mi, definida como: "La Comprensión de las Dificultades Personales".
Ahora bien, entre la nota Mi y la nota Re que está debajo de ella definida como la Aplicación de las Ideas-Trabajo a uno mismo, está el proceso de conectar el Trabajo con lo que se observa. Si se conecta el Trabajo con lo que se observa, entonces las cosas en nosotros se disponen en su orden correcto.
Esto debe entenderse: "El Trabajo, no la Vida, dispone las cosas en su orden correcto". Tal como somos, las cosas están en un orden equivocado, se ordenan mecánicamente. Se da importancia a las cosas carentes de importancia, y a las cosas importantes no se les presta importancia alguna.
El señor Gurdjieff comparó en una oportunidad al hombre con "una casa de tres habitaciones, en la cual piezas equivocadas del mobiliario estaban mezcladas en cada habitación con las que le corresponden". Ya que en la vida nos guiamos por valores falsos e infinitas mentiras, esto es inevitable.
Un orden correcto define la verdad. Esto es, cuando las cosas están arregladas en su orden correcto, hay verdad.
El cuerpo de un hombre, por ejemplo, está construido e integrado de esta manera -las partes menos importantes están al servicio de las más importantes, y como el cerebro es la parte más elevada, los demás órganos se empeñan en alimentarlo, protegerlo y servirlo. Ocurre lo mismo en el Trabajo, donde la Ley de la Octava es a veces llamada la "Ley del Orden de Manifestación".
Es evidente que las cosas se pueden relacionar entre sí en un orden correcto o en un orden equivocado. Si el orden es correcto, existe la verdad: si el orden es equivocado, existe algo falso. ¿Qué es la mentira, sino cosas que están en un orden equivocado...?
Ahora bien, es interesante reflexionar sobre este aspecto que he mencionado de la Ley de la Octava (o de la "Ley de 7", pues se usan ambos términos): en la Octava-Trabajo se verá que a no ser que Do suene primero con bastante fuerza, nunca se podrá llegar a Re. Sin la nota Do, la nota Re no puede sonar, y sin la nota Re la nota Mi no puede sonar. Una nota depende de la otra. No cabe la posibilidad que una nota exista por sí misma.
Así, a menos que en Do haya una verdadera valoración que la acreciente, las notas siguientes sonaran débilmente y todo se desvanecerá.
Pero las tres notas pueden fortalecerse unas a otras, una vez que suenen, mediante la verificación practica del Trabajo, por lo cual reconocemos cada vez más su valor internamente. Cuando esto ocurre la brecha entre Mi-Fa suele llenarse y la nota Fa puede sonar.
LA NOTA FA.
La nota Fa es siempre una cosa nueva en uno -como si otro ser con nueva comprensión hubiera empezado a crecer en nuestro ser.
En todos los aspectos de la vida, sean cuales fueren los estudios de una persona para ganarse el sustento, es muy difícil y extraño que llegue a la nota Fa. Un pianista, por ejemplo, puede llegar hasta Do-Re, o hasta Mi -pero rara vez más lejos.
Se puede decir que para la mayoría de los hombres la nota Fa no es tocada. Esto significa simplemente que el pianista es un hombre Do-Re-Mi y así nada es singular en su manera de tocar; nada, salvo tal vez la técnica es excepcional.
Se puede aplicar la misma pauta a todos los menesteres de la vida. Sea cual fuere la ocupación, la actividad, la labor o la práctica de un hombre, tocar la nota Fa significa un punto, un nivel alcanzado muy superior al de los otros, de la mayoría. Se debe a que ese hombre ha realizado un esfuerzo individual curiosamente indefinible que lo eleva por encima de la brecha, del Semitono Faltante, y lo establece en la nota Fa. No hay maestro que pueda hacerlo para cada uno.
Es, como acabo de decir, un esfuerzo curiosamente indefinible que solo puede realizar un hombre desde el más profundo sentido de sí mismo. La imitación nunca podrá lograrlo, porque ésta sólo acrecienta la Personalidad. En suma, de algún modo "se toca Esencia", la que a su vez puede tocar el "Yo" Real y luego un hombre es, sea cual fuere la cosa que haga, o haga lo que hiciere, un verdadero hombre.
Claro está que si el hombre ha aprendido, en una "recurrencia" anterior, algo que la Esencia pueda recordar, entonces la Esencia recordará más temprano, en su próxima recurrencia, hecho que podría explicar muchas cosas curiosas en aquello que el consenso común atribuye al genio. En tal caso, la nota Fa será tocada en edad temprana, y se pasará rápidamente por las notas Do-Re-Mi.
De seguro es obvio hasta para la mente material, más formatoria, que es imposible explicar la vida de ciertas personas en función de una sola vida.
He pensado muchas veces que esto se evidencia claramente en el caso de algunos músicos.
Retornemos a la nota Mi en la Octava-Trabajo, que se define como "La Comprensión de las Dificultades Personales".
En la etapa del Trabajo representada por Mi, la propia conciencia se ha acrecentado hasta el punto en que se llega a percibir la clase de persona que verdaderamente se es.
"La Comprensión de las Dificultades Personales" no solo deprime sino que nos hace negativos. Tomar a Mi de esta manera es no relacionar el Trabajo con lo que se observa. Comprender el hecho de que no se es la persona maravillosa y perfecta que uno se ha imaginado hasta entonces, pertenece a la acción necesaria del Trabajo cuyo fin es el acrecentamiento de la conciencia.
El Trabajo dice: "Descubra los hechos sobre su propio sí por medio de la observación de sí". El acrecentamiento de conciencia revela de forma directa, eficaz y concreta lo que uno es. Se comprende por ejemplo, después de algunos años, que no se es un Yo, sino muchos diferentes "Yoes" contradictorios, todos con diferentes deseos. En este caso, ya se ha empezado a escapar del hipnotismo de muchas imágenes de sí, creadas en torno a la imaginación, y de esta manera se ha llegado a ser más consciente.
Recordemos que el hombre o la mujer hipnotizado por la vida, y que está por ello lleno de ilusiones y fantasías auto-satisfactorias, no es un ser consciente. Recordemos asimismo que la Observación de Sí deja penetrar un rayo de luz en las tinieblas interiores de cada uno. "Comprender las Dificultades Personales" es estar en un estado comparable al del cochero que despierta de su ebriedad en la taberna y sale, y ve el desdichado estado de su caballo y carruaje. Si, en tal etapa, por ejemplo en mi caso, puedo pensar en lugar del cochero y no en el de Nicoll, tendré una probabilidad de oír sonar en mí la nota Fa. Este es un nuevo sentimiento de mi mismo -no el "sentimiento de Nicoll"-. El cochero comprende el Trabajo, mientras que Nicoll, no. Aquí, me refiero a mi caso.
Ya hemos explicado la necesidad de las ideas positivas para elevar un hombre desde Mi a Fa. El primer requisito en lo tocante a las ideas positivas es creer en una Mente Superior -o en el Rayo de Creación-. Las ideas del Trabajo son ideas positivas.
En la vida se suele observar que un acrecentamiento de ideas negativas está siempre acompañado por opiniones negativas y debido a esto al acrecentamiento de emociones negativas. Ahora bien, todos los "Yoes" deseosos de trabajar están presentes en la nota Mi así como la conciencia de las propias dificultades personales, y de esta manera se ve claramente que la etapa representada por la nota Mi no se puede alcanzar si un hombre se toma a sí mismo como uno.
Los "Yoes" que desean trabajar no son las dificultades personales, por ejemplo. Se descubre que son muy distintos de los "Yoes" que, digamos, no desean trabajar. Los "Yoes" deseosos de trabajar anhelan elevarse hasta la nota Fa. Equivale esto a decir que el hombre debe ver y tolerar su multiplicidad. El lugar que en el hombre era estrecho y contraído debido a la ilusión de la unicidad, es ahora amplio, lleno de gente, donde es posible la elección.
En otras palabras, el estado interior en lo que respecta al Trabajo, representado por la nota Mi, es un estado muy amplio, debido al ensanchamiento de la conciencia. Es lo mismo que contemplar un extenso jardín y descubrir lo que es inútil y lo que es útil. ¿Qué cosa va a escoger? ¿Con qué "Yoes" irá? Recuerde que nada puede hacer a menos escoger los "Yoes" correctos. Si se deja llevar por los "Yoes" que lo obligan a descender, se verá obligado a descender. Y además, si no tiene idea alguna sobre la separación interior, sobre separarse de los "Yoes" incómodos, vanos o engañadores o malos- si, en suma, dice "Yo" a todo lo que tiene lugar en usted - entonces no puede sonar Mi- y así no puede crecer. Su nivel de Ser permanecerá donde está y usted atraerá la misma vida que antes.
Algunas personas no pueden llegar a la nota Mi porque no se observan a sí mismas durante un tiempo suficiente.
Para ahondar la comprensión de lo expuesto, les transcribiré una cita de una carta reciente:
"Si uno se observa a si mismo durante un período de una semana cabe la posibilidad de descubrir cuáles son las dificultades personales, porque en el espacio de una semana suelen repetirse. Puede pasar un día sin que se las advierta, pero no se puede pasar una semana sin enfrentarse con ellas, aun cuando el lugar en que se está sea diferente. He notado que hay tres cosas que me hacen perder fuerza. (He notado asimismo diversas maneras de acrecentar la fuerza.) Las mismas tres cosas pueden no repetirse en la semana próxima, pero es probable que una de ellas lo haga, o aun dos, y en algunos casos las tres. Y son las mismas cosas que siempre estropean nuestra vida...".
Cuando un hombre, una mujer, alcanzan la etapa de la comprensión del Trabajo llamada la nota Mi, mediante el fortalecimiento de las notas Do y Re, entonces están próximos a recibir ayuda del Trabajo. Si son pasivos a sus faltas y dificultades, las reconocen y se separan de ellas, entonces, como se dijo, la nota Fa puede empezar a sonar en ellos. Pero, lo repetimos, esta nota produce un sentimiento por completo diferente. A veces es delicado y nuevo. Empero así se comienza a conocer el "Yo" Real, que no se asemeja en absoluto a lo que se creía que era. Cabe decir que algunas personas no aceptan ese nuevo sentimiento de lo que son.
2. LA OCTAVA DE TRABAJO II.
(Great Amwell House, 25 de octubre de 1947).
Nos han enseñado que una octava ascendente se inicia con el "Do Pasivo". La Octava de Trabajo no se inicia con el trabajo sino con la valoración. No se inicia, por ejemplo, con la creencia de poder hacer y todas las consecuencias que surgen de esa ilusión. Creer que se puede hacer -creer, por ejemplo, que se puede mudar fácilmente el propio Ser y llegar a ser diferente y comportarse diferentemente si se desea -es creer desde el "Do Activo".
¿Qué significa tomar el "Do Pasivo" como punto de partida? Algunas personas suelen creer que pueden hacer cualquier cosa por la fuerza. Creen que pueden obligar a la gente a creer en Dios mediante medidas violentas y el temor a las consecuencias. Esto es empezar desde el "Do Activo". Es empezar desde una actitud equivocada. Comenzar desde el "Do Pasivo" es una cosa por entero diferente.
Es del mayor interés estudiar en distintos momentos cuál es el significado de haber empezado siempre desde el "Do Activo" y del continuo fracaso por no haber empezado correctamente. Como se dijo, la Octava-Trabajo no empieza con el hacer sino con el valorar. Puesto que es una octava ascendente debe comenzar con el "Do Pasivo" -porque todas las octavas ascendentes se inician en el "Do Pasivo". En este caso, entonces, la valoración del Trabajo ha de constituir un "Do Pasivo".
Ahora bien, toda nuestra actitud hacia una cosa que se valora es muy diferente de la que tenemos hacia las cosas que no valoramos. Es decir, en cada caso el estado psicológico es muy diferente. Hemos de comprender que un estado psicológico equivocado resulta tan real como abrir una puerta con una llave que no le corresponde. La valoración del Trabajo es el estado psicológico correcto con el cual se debe empezar.
Por medio de la valoración una cosa llega a ser preciosa para nosotros. Mediante la valoración presta atención a una cosa y se la recuerda. Mediante la valoración se tiene la suficiente paciencia para descubrir más cosas acerca de lo que nos interesa. Mediante la valoración, si ésta es grande, uno se considera menos importante en comparación con lo que se valora porque la valoración es más importante que uno mismo.
El Trabajo es más importante que uno y por eso hay que encararlo por medio de la valoración. Hay muchas parábolas sobre la valoración, tal como la del mercader que busca buenas perlas, y que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró; y la parábola del hombre que haya un tesoro escondido en un campo, y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Cabe comprender de estas parábolas lo que significa la valoración y asimismo el significado de empezar desde el "Do Pasivo".
El Trabajo dice que el hombre debe creer en una mente superior. Para mí era evidente en una etapa temprana que este Trabajo, que este sistema que estudiamos todos los días, provenía de una mente muy por encima de la mente común, y de una que poseía un conocimiento mucho más allá del conocimiento humano. Así cuando nos dijeron que era inútil hacer este Trabajo a menos de creer en la existencia de una Mente Superior, no tuve más dificultades, pues había llegado ya a la conclusión que dicho sistema provenía de una Mente Superior -esto es, de la Humanidad Consciente-.
Ahora bien, si un hombre siente saber más que el Trabajo, no puede hacer el Trabajo, porque no puede dar el sonido de la nota Do. Comenzar desde la nota Re, que es la aplicación del Trabajo a sí mismo, pues convertir Re en Do es imposible. Quiero decir, no lleva a ninguna parte. Este hombre empieza desde un lugar equivocado de sí mismo. Pone la valoración de sí antes que cualquier otra cosa. Cree que sabe y cree que puede hacer. No ve que nada sabe o que el conocimiento que posee se contradice, ni tampoco ve que siempre hace las mismas cosas una y otra vez. Esto es, no entiende que su "hacer" resulta simplemente de la mecanicidad. Imagina estar plenamente consciente, tener Voluntad, poder hacer, etc.
Habrán oído decir muchas veces que todas las ilusiones deben ser destruidas. Pero, ¿cómo?
Un hombre debe ver lentamente por sí mismo que son ilusiones y que hasta ahora pasó la vida en una taberna, embriagándose con sueños sobre su propia persona. Esto es llamado el comienzo del "despertar del sueño", y dicho despertar va acompañado de un acre sabor, muy distinto de los sabores de la vida.
Ahora bien, si una persona no valora, y todo se lo atribuye a sí misma, su Trabajo no la llevará a parte alguna, porque, como dije, el hombre parte de un lugar equivocado en sí mismo. Parte de la Falsa Personalidad. Cabe recordar que lo que es hecho desde la Personalidad lo es por la fuerza de las circunstancias externas. Las circunstancias externas lo hacen actuar. No es libre. Esto es, no puede hacer. Las circunstancias externas al actuar sobre su máquina provocan su reacción. Esto no es "hacer" en el sentido-Trabajo. La máquina es la que hace, no el hombre. De hecho, no hay Yo -esto es, no hay "Yo" Real. Lo que se llama "Yo" no es otra Cosa que una cambiante colección de "Yoes" en la Personalidad sobre los que actúan momentáneamente las circunstancias externas.
Para empezar a "hacer", es preciso detener las reacciones de ciertos "Yoes". Todo lo que un hombre puede hacer es recordarse a sí mismo. Si hay escasa o ninguna valoración del Trabajo, es imposible empezar desde el lugar correcto. Es una cuestión práctica, como la de "sembrar en el lugar correcto". Desde luego, la valoración se acrecienta a medida que Re y Mi suenan con más fuerza. Pero si un hombre posee un Centro Magnético la Nota Do sonará más temprano y con más claridad. Las cosas se enfriarán, empero, a menos de regresar constante y mentalmente al Trabajo y relacionarlo todos los días con la observación de sí y todo cuanto recuerde y necesita. Porque lo que necesita llegará gradualmente a ser cada vez más distinto.
Retornemos ahora a la nota Re -en Re hemos de aprender todo lo que enseña el Trabajo, aprender el lenguaje del Trabajo y aplicarlo a uno mismo. Esto exige mucho tiempo -de hecho, toda la vida-. Se empieza a aplicarlo con la observación de sí -y la conciencia de sí no se mantiene a no ser que la propia valoración sea lo bastante fuerte como para dar la necesaria fuerza emocional que permita todos los días esforzarse desde la propia comprensión.
Todos necesitamos trabajar. Pero no hay que criticar la manera de trabajar del prójimo. Si se quiere criticar, hay que empezar con uno mismo. No es cuestión de aprender el lenguaje del Trabajo, sino de aprender el significado. No se trata de las palabras sino del significado. Y la única manera de aprender el significado es ver por sí mismo su verdad - porque todos estamos abiertos interiormente a la verdad, mientras que exteriormente todos estamos abiertos a las mentiras, esto es, a la vida-.
Toquemos ahora la nota Mi. Aquí se comprende, en escala cada vez más amplia; "la ciudad de uno mismo", de la cual se creía ser el único habitante, y la nota Fa llega a ser posible pero no como se la concibió. Y es aquí donde se aprende a hablar y comprender el lenguaje del Trabajo. Aquí, por ejemplo, se sabe que no se puede hacer, y que los otros no pueden hacer, y así no se habla más como si uno o los otros pudieran hacer. Esto establece una gran diferencia. Y porque se sabe y se comprende mejor y ha perdido muchas presunciones, se conoce y se comprende a los otros y ya no se los juzga.
Al llegar a esta etapa, el Trabajo nos habla internamente, porque hemos aprendido los rudimentos del lenguaje que habla. Por eso la nota Fa llega a ser posible.
3. LA OCTAVA DE TRABAJO III.
(Great Amwell House, 1° de noviembre de 1947).
Mediante una correcta valoración el Trabajo llega a ser emocional. Un hombre, una mujer, deben empezar a ver por sí mismos la verdad del Trabajo. ¿Por qué? Porque de otro modo este no llega a ser emocional. Esto es, no toca el centro emocional. Si no se lo hace, permanece meramente en la memoria externa de la parte formatoria del Centro Intelectual. Es una memoria desprendida, que no afecta nuestra vida. Es una memoria comparable, digamos, a recordar las fechas de las batallas en la historia. No es aún parte de uno mismo.
Ahora bien, se dice a veces que uno de los objetos supremos del Trabajo es el de despertar el centro emocional. ¿Qué significa despertar el centro emocional? Tal como somos, el centro emocional está en muy mal estado. Es "impuro".
Hablemos de esta impureza. Ninguna persona que ha empezado a dar el sonido de la nota Re del Trabajo en su vida -esto es, que aplica sinceramente las ideas del Trabajo a sí misma por medio de la Observación de Sí- puede negar el gran poder de las emociones negativas.
El centro emocional es impuro, ante todo, debido a la terrible masa de emociones negativas que nos gobiernan y al mismo tiempo a toda la humanidad. Les recuerdo otra vez lo que el Trabajo dice: "no son los deseos de sexo, o de poder, los que gobiernan al mundo, sino las emociones negativas..." Y esto se aplica a cada uno de nosotros.
Nos han enseñado que el centro emocional nació en nosotros libre de su parte negativa. Pero por haber nacido entre gentes dormidas, todas profundamente dormidas bajo el poder de las emociones negativas, adquirimos al poco tiempo una parte negativa del centro emocional, que se acrecienta cada vez más. Esta es, pues, una de las impurezas que afectan este centro, que si trabaja correctamente nos provee de lo que carecemos y nos procura una fuente interior de fuerza para cuya explicación carezco de palabras.
Tal como es nuestro centro emocional, tenemos una maravillosa fuente interior de emociones negativas y desdichas. Así el trabajo -el trabajo verdadero, práctico y arduo- contra las emociones negativas, que consiste en no identificarse con ellas, no ceder a ellas, no dejarse llevar por ellas, no creer en ellas, separar el sentimiento de "Yo" de ellas -es necesario-.
Ahora bien, es imposible pasar de la nota Mi a la nota Fa en la Octava de Trabajo creyendo en las emociones negativas. Sólo la comprensión de la verdad del Trabajo posibilita pasar en su octava de desarrollo de Mi a Fa -esto es, nos ayuda a hacerlo-. Vemos mediante el estudio de sí que las emociones negativas siempre mienten y pervierten la verdad. Toman las cosas como desean.
Las emociones negativas deforman todo. Deforman, retuercen, niegan, aborrecen -porque en el fondo todas las emociones negativas llevan al odio y la violencia y así al temor. Odio, violencia y temor forman una típica tríada de fuerzas en la que cada una depende de las otras. De resultas de esta distorsión producida por las emociones negativas en nosotros, se originan varias formas de mentira. Es necesario comprender que nadie puede pasar de la nota Mi a la nota Fa a menos de conocer cómo se miente y de haber observado la mentira en sí mismo.
Hay muchas formas de mentiras a las que se refiere el Trabajo. Una de ellas, y una que es comparativamente inocua, es escribir o decir algo que ha sucedido de tal manera que lo hace ver a uno mejor de lo que es. Pero hay formas malvadas de mentira que surgen de estados negativos profundamente arraigados, que no se reconocen por estar cubiertos con nubes de auto-justificación. Si no se las reconoce sólo se puede hacer sonar Mi muy débilmente. Es no conocerse a sí mismo y, como sucede a menudo, es negarse absolutamente a ampliar la conciencia de sí que incluye dicha mentira.
A veces esto se debe a alguna imagen de sí extraordinariamente satisfactoria, en la que una persona se ve justa y honorable, impidiéndole que se produzca el necesario acrecentamiento de conciencia, que sólo se logra sacrificando la propia vanidad. Y en relación a esto, cabe recordar que cada vez que decimos "Yo" en realidad estamos mintiendo. ¿Qué "Yo"? Por mucho tiempo todos decimos "Yo" con tanto énfasis y confianza, como si el "Yo" Real controlase todo lo que hacemos y decimos y pensamos y sentimos. Pero si hacemos sonar eventualmente un fuerte Mi, tales ilusiones ya no tienen más poder.
En suma, hemos de aceptar, soportar lo que somos, que es la única manera de aceptar y soportar a los otros en el Trabajo.
Retornando a la cuestión de la impureza del centro emocional -hay otra impureza que el señor Ouspensky explicó mejor al referirse a ella en su libro "Tertium Organum". Daré las siguientes citas y luego dejaré la cuestión abierta al debate, haciendo hincapié en esta frase para la observación:
"Es imposible conocer por medio de emociones impuras".
El señor Ouspensky escribió:
"Las emociones impuras dan un conocimiento oscuro, no puro, así como un espejo impuro da una imagen confusa. La emoción pura da una imagen clara, pura de lo que se quiere conocer. Esta es la única decisión que se puede tomar. Llegar a esta conclusión nos salva del error común de los que se hacen llamar moralistas, que dividen arbitrariamente toda emoción en moral e inmoral. Pero si tratamos de separar la emoción de sus acostumbrados marcos morales, entonces vemos que la cuestión es considerablemente más sencilla, que no hay en su naturaleza emociones puras, ni tampoco impuras en su naturaleza, sino que cada emoción es pura o impura según haya o no en ella admisiones de otras emociones."
"Puede haber pura sensualidad, la sensualidad del 'Cantar de los Cantares' que se inicia en la sensación de la vida cósmica y nos concede el poder de oír latir el pulso de la naturaleza. Y puede haber sensualidad impura, mezclada con otras emociones buenas o malas desde un punto de vista moral pero que ensucian igualmente el sentimiento fundamental. Puede haber simpatía pura, y también simpatía mezclada con cálculo para recibir algo en cambio de la simpatía. Puede haber puro amor al conocimiento, sed de conocimiento por amor al conocimiento, y puede haber inclinación al conocimiento en la cual la consideración de utilidad o provecho tiene máxima importancia."
"En su manifestación exterior las emociones puras e impuras suelen diferir muy poco. Dos hombres están jugando al ajedrez, actúan exteriormente de una manera muy similar, pero en uno arde el amor de sí, el deseo de victoria, y está lleno de diversos deseos desagradables hacia su rival -temor, envidia de una hábil jugada, resentimiento, celos, animosidad, o añagazas para ganar-, mientras que el otro se contenta simplemente con resolver un complejo problema matemático que está ante él, sin pensar en absoluto en su rival. La emoción del primer hombre será impura, por estar muy mezclada. La emoción del segundo será pura. El significado de esto es, desde luego, perfectamente claro."
"Ejemplos de una similar división de emociones exteriormente son similares se suelen ver constantemente en las actividades estéticas, literarias, científicas, públicas y hasta en las espirituales y religiosas. En todos los terrenos de esta actividad sólo una victoria completa sobre los elementos seudo-personales lleva a un hombre a una correcta comprensión del mundo y de sí mismo. Todas las emociones coloreadas por tales auto-elementos se asemejan a lentes cóncavas, convexas o de curva imperfecta que reflejan incorrectamente los rayos luminosos y deforman la imagen del mundo."
"Por lo tanto el
problema del conocimiento emocional consiste en una preparación correspondiente
de las emociones que sirven como órganos de conocimiento. 'Sed como pequeños
niños...' y 'Bienaventurados son los puros de corazón....'. En estas palabras
evangélicas se expresa ante todo la idea de la purificación de las emociones.
Es imposible conocer por medio de emociones impuras. Por lo tanto, en el
interés de una correcta comprensión del mundo y del sí, el hombre ha de
emprender la purificación y la elevación de sus emociones."

FRAGMENTOS DE UNA ENSEÑANZA SUPERIOR PARA CREAR UN "SISTEMA"
"De algún modo obtuvimos este sistema. Si suponemos que fue creado por hombres del mismo nivel que nosotros, o que es una teoría, no tiene valor en absoluto. Pero no es una teoría; se supone que proviene de una escuela de hombres de desarrollo superior. Si no hubiera hombres de desarrollo superior, no tendríamos sistema."
"Al principio, en Rusia, el señor Gurdjieff insistía siempre en que no había sistema; eran tan sólo fragmentos y uno tenía que fabricar con estos un sistema. E insistía en que debía darse de este modo. Ahora, yo lo convierto en más de un sistema, porque tenemos más personas. Mas cuando era sólo un pequeño grupo, era tan sólo conversaciones y no pláticas. En las pláticas es difícil hablar en fragmentos, pero en su totalidad es aún fragmentos, todos los mismos. Estos fragmentos están en diferentes escalas, de modo que deberá entender mucho para ponerlos juntos en la escala correcta. Las mismas palabras y las mismas teorías se usan en diagramas diferentes, por ejemplo: todos en escalas enteramente diferentes."
"En este sistema muchas cosas se enseñan en fragmentos, cada uno de los cuales está en una escala diferente.; todo acerca de crear energías, el lado psicológico, la explicación de cómo trabaja la máquina; el lado concerniente al mundo, etc. Es importantísimo entender esto. Sólo cuando empiece a entender cómo cambia la escala, usted será capaz de entender el sistema. Usted tiene que poner todos los fragmentos juntos y, al mismo tiempo, corregir la escala. Es como varios mapas geográficos, cada uno en una escala diferente, cortados en pedazos. Tiene que ver qué pedazo se adapta a otro, dónde la escala es muy diferente, y dónde es menos diferente. Este es el único modo de estudiar este sistema."
"Tenemos que estudiar las cosas en diferentes escalas y debemos recordar esto y darnos cuenta de la relación de las diferentes escalas y del hecho que las cosas cambian con el cambio de escala. Asimismo, debemos tener presente que, respecto a muchas cosas, creemos que significan algo, cuando en realidad no significan absolutamente nada. El sistema nos enseña a hallar la diferencia entre las realidades y las cantidades imaginarias (e incluso peor que imaginarias)."
"Tales como somos, sólo podemos obtener fragmentos pero suficientemente grandes para construir algo con ellos. Debemos tratar de entender la estructura. Cuando tiene todos los fragmentos ante usted, puede ver ciertas conexiones, y cuando descubre estas conexiones, puede ver muchas otras cosas." (P.D. Ouspensky).

"Usted no se da cuenta de su propia situación. Usted está en una prisión. Todo lo que puede
desear, si es sensato, es escapar. Pero ¿cómo escapar? Es necesario atravesar las murallas,
cavando un túnel. Un hombre solo no puede hacer nada. Pero supongamos que sean diez o
veinte que trabajen por turno; ayudándose los unos a los otros, pueden acabar el túnel y
escapar."
"Más aún, nadie puede escapar de la prisión sin la ayuda de aquellos que ya han escapado. Sólo ellos pueden decir como es posible la evasión y hacer llegar a los cautivos las herramientas, las limas, todo lo que necesitan. Pero un prisionero aislado no puede encontrar a dichos hombres libres ni entrar en contacto con ellos. Una organización es necesaria. Nada se puede lograr sin una organización." (G.I. Gurdjieff).

LAS ESCUELAS (G.I. Gurdjieff, por P.D. Ouspensky).
"Las escuelas son indispensables, antes que nada debido a lo complejo de la estructura humana. Un hombre es incapaz de vigilar la totalidad de sí mismo, es decir de sus diferentes lados - esto sólo lo pueden hacer las escuelas, los métodos de escuela y la disciplina de escuela. El hombre es demasiado perezoso. Casi todo lo hará sin la intensidad necesaria, o no hará nada, imaginando que hace algo; trabajará con intensidad en algo que no lo exige y dejará pasar los momentos en que la intensidad es indispensable. En estos momentos, se las arregla, teme hacer cualquier cosa que sea desagradable. Jamás alcanzará por sí mismo la intensidad requerida.
Si se han observado bien, estarán de acuerdo con lo que acabo de decir. Cuando un hombre se impone una tarea, cualquiera que sea, de inmediato comienza a ser indulgente consigo mismo. Trata de cumplir su tarea con el menor esfuerzo posible: esto no es trabajar. En el trabajo sólo cuentan los super-esfuerzos, más allá de lo normal, más allá de lo necesario. Los esfuerzos ordinarios no cuentan."

"La diferencia fundamental entre los tres caminos del faquir, del monje, del yogui, y el cuarto, es que los tres primeros están ligados a formas permanentes que han subsistido casi sin cambio en el curso de largos períodos históricos. Su base común es la religión. Exteriormente, las escuelas de yoguis difieren poco de las escuelas religiosas, y asimismo de las diversas órdenes o cofradías de faquires que han existido a través de la historia y existen todavía en diferentes países. Estos tres caminos tradicionales son caminos permanentes, dentro de los límites de nuestros tiempos históricos. Aún existían otros caminos hace dos o tres mil años, pero han desaparecido. En cuanto a los que han subsistido hasta nuestros días, eran en ese tiempo mucho menos divergentes."
"El cuarto camino difiere de los antiguos y de los nuevos porque nunca es permanente. No tiene forma determinada y no hay instituciones sujetas a él. Aparece y desaparece, según las leyes que le son propias. El cuarto camino nunca existe sin cierto trabajo de un sentido bien definido, implica siempre una cierta empresa, que de por si fundamenta y justifica su existencia. Cuando este trabajo ha terminado, es decir, cuando se ha alcanzado la meta que se proponía, el cuarto camino desaparece; entendámonos, desaparece de tal o cual lugar, se despoja de tal o cual forma, para reaparecer tal vez en otro lugar y bajo otra forma."
"La razón de ser de las escuelas del cuarto camino es el trabajo que ejecutan para la empresa que quieren llevar a cabo. Jamás existen por sí mismas como escuelas, con una meta de educación o de instrucción. Ningún trabajo del cuarto camino requiere ayuda mecánica. En todas las empresas del cuarto camino sólo puede ser útil un trabajo consciente. El hombre mecánico no puede proveer trabajo consciente, de manera que la primera labor de los hombres que emprenden un trabajo semejante es asegurarse asistentes conscientes."
"El trabajo mismo de las escuelas del cuarto camino puede tomar formas muy variadas y tener sentidos muy diferentes. En las condiciones ordinarias de la vida, la única ocasión de encontrar un camino está en la posibilidad de encontrar un trabajo de este tipo, a su comienzo. Pero la probabilidad de encontrar un trabajo de esta clase, así como la posibilidad de aprovechar esta ocasión, dependen mucho de las circunstancias .y de las condiciones."
"Cuanto más rápido comprende un hombre la meta del trabajo a ejecutarse, tanto más rápido podrá devenirle útil, tanto más rápido le sacará provecho. "Pero cualquiera que sea la meta fundamental del trabajo, las escuelas sólo existen mientras dura este trabajo. Cuando ha sido llevado a cabo, las escuelas cierran. Las personas que originaron este trabajo abandonan la. escena. Las que han aprendido cuanto les era posible y han alcanzado la posibilidad de continuar este camino de una manera independiente emprenden entonces, bajo una u otra forma, un trabajo personal. Pero cuando la escuela cierra, a veces queda cierto número de personas que al haber gravitado alrededor del trabajo, han visto el aspecto exterior y lo han tomado por la totalidad del trabajo. Al no tener ninguna duda ni sobre sí mismos, ni sobre la justeza de sus conclusiones y de su comprensión, deciden continuar. Con este propósito abren nuevas escuelas, enseñan a otros lo que lian aprendido, y les hacen las mismas promesas que ellos han recibido. Naturalmente, todo esto no puede ser sino una imitación exterior. Pero cuando miramos hacia atrás en la historia, nos es casi imposible distinguir dónde termina lo verdadero y dónde comienza la imitación."
"En todo caso, casi todo lo que conocemos de las diversas escuelas ocultas, masónicas y alquimistas, se relaciona a tales imitaciones. No conocemos prácticamente nada de las verdaderas escuelas, salvo el resultado de su trabajo, y aún más, tan sólo en la medida en que somos capaces de distinguirlo de falsificaciones e imitaciones. Pero estos sistemas seudoesotéricos también tienen su papel en el trabajo y en las actividades de los círculos esotéricos. En realidad sirven de intermediarios entre la humanidad, completamente sumergida en la vida material, y las escuelas que se interesan en la educación de cierto número de personas, tanto por el interés de su propia existencia como por el trabajo de carácter cósmico que puedan tener que ejecutar."
"La idea misma de esoterismo, la idea de iniciación, en la mayoría de los casos llegan a la gente por medio de las escuelas y los sistemas seudo-esotéricos; y si estas escuelas seudoesotéricas no existieran, la mayoría de los hombres jamás habría oído hablar de algo más grande que su vida, porque la verdad en su forma pura es inaccesible. A causa de las numerosas características del ser del hombre, y particularmente del ser contemporáneo, la verdad no puede llegar a los hombres sino bajo la forma de mentira. Sólo bajo esta forma son capaces de digerirla y de asimilarla. La verdad sin desnaturalizar sería para ellos un alimento indigesto. Además, un grano de verdad subsiste algunas veces en forma inalterada en los movimientos seudoesotéricos, en las religiones de iglesia, en las escuelas de ocultismo y de teosofía. Puede conservarse en sus escritos, en sus rituales, en sus tradiciones, en sus jerarquías, en sus dogmas y en sus reglas."
"Las verdaderas escuelas esotéricas que existen tal vez en ciertos países del Oriente son difíciles de encontrar, porque generalmente allá se resguardan en monasterios o en templos. Los monasterios tibetanos tienen habitualmente la forma de cuatro círculos concéntricos, o de cuatro patios separados por altas murallas. Los templos hindúes, sobre todo los del Sur, se edifican sobre el mismo plan, pero en forma de cuadrados contenidos unos dentro de otros. Los fieles tienen acceso al primer patio exterior, y algunas veces, por excepción, los adeptos de otras religiones y los europeos. Al segundo patio sólo tienen acceso ciertas castas y ciertos privilegiados. Al tercer patio no tienen acceso sino los que pertenecen al templo; y, al cuarto, sólo los sacerdotes y los brahmanes. Organizaciones análogas, con algunos detalles parecidos, existen en todas partes, y permiten que las escuelas esotéricas existan sin ser reconocidas. Entre docenas de monasterios, no hay más que una escuela. Pero, ¿cómo reconocerla? Si ustedes entran, no serán admitidos sino al interior del primer patio; solamente los alumnos tienen acceso al segundo patio. Pero ustedes no saben esto, les dicen que pertenecen a una casta especial. En cuanto al tercero y cuarto patios, no pueden ni siquiera sospechar su existencia. En principio, podrían constatar un tal orden en todos los templos; sin embargo, no tienen ninguna posibilidad de distinguir un templo o un monasterio esotérico de un templo o monasterio ordinario, si no se lo dicen."
"Cuando llega a nosotros la idea de iniciación, a través de sistemas seudoesotéricos, se nos transmite bajo una forma completamente errónea. Las leyendas relativas a los ritos exteriores de la iniciación han sido creadas sobre fragmentos de informaciones concernientes a los antiguos Misterios. Los Misterios constituían, por así decirlo, un camino en el cual, paralelamente a una larga y difícil serie de estudios, se daban representaciones teatrales de un tipo particular que, bajo forma alegórica, representaban el proceso entero de la evolución del hombre y del universo. El paso de un nivel de ser a otro estaba señalado por ceremonias de presentación de naturaleza especial: las iniciaciones. Pero ningún rito puede acarrear un cambio de ser. Los ritos no pueden señalar sino un paso franqueado, una realización. Y no es sino en los sistemas seudoesotéricos, que no poseen nada más que estos ritos, donde se les atribuye una significación independiente. Se supone que un rito, al transtormarse en sacramento, transmite o comunica ciertas fuerzas al iniciado. De nuevo, esto surge de la psicología de un camino de imitación. No hay y no puede haber iniciación exterior. En realidad, cada uno debe iniciarse a sí mismo. Los sistemas y las escuelas pueden indicar los métodos y los caminos, pero ningún sistema, ninguna escuela, puede hacer por un hombre el trabajo que él mismo debe hacer. El crecimiento interior, un cambio de ser, depende enteramente del trabajo que hay que hacer sobre sí."

¿DÓNDE COMIENZA EL CAMINO?
(G.I. Gurdjieff, por P.D. Ouspensky).
― EL CAMINO COMIENZA MAS ALLÁ DE LA VIDA ORDINARIA DE UN HOMBRE. EL CAMINO COMIENZA AL FINAL DE LA "ESCALERA".
― LA IMPORTANCIA DEL "CENTRO MAGNÉTICO" PARA ENCONTRAR EL CAMINO.
Contenido: ¿De dónde parte el camino?... La 'ley de accidente'... Diferentes clases de influencias... Las influencias creadas en la vida... Las influencias creadas fuera de la vida, conscientes solamente en su origen... El 'centro magnético'... En busca del camino... El descubrimiento de un hombre que sabe... Tercera clase de influencias: consciente y directa... Cómo liberarse de la ley de accidente... Los 'escalones', la 'escalera' y el 'camino'... Condiciones especiales del Cuarto Camino... Posible existencia de un centro magnético equivocado... Cómo reconocer los caminos equivocados... El maestro y el alumno.
Un día llegaron numerosas personas que nunca habían asistido anteriormente a nuestras reuniones. Una de ellas preguntó: "¿Dónde comienza el camino?." La persona que hizo esta pregunta no había oído lo que Gurdjieff había dicho de los cuatro caminos, y empleaba la palabra 'camino' en el sentido religioso o místico ordinario. Gurdjieff le dijo:
― La idea del camino es especialmente difícil de comprender, porque uno cree ordinariamente que el 'camino' (acentuó esta palabra), comienza en el mismo nivel en que se desenvuelve nuestra vida. Pero esto es completamente falso. El camino comienza en otro nivel muy superior. Esto es justamente lo que no se comprende. El punto de partida del camino se juzga mucho más accesible de lo que es en realidad. Voy a tratar de explicárselo... El hombre vive bajo la ley del accidente y bajo dos clases de influencias, que dependen también del accidente. Las influencias de la primera clase están creadas en la vida misma o por la misma vida. Son las influencias de raza, nación, clima, familia, educación, sociedad, profesión, maneras, costumbres, fortuna, pobreza, ideas corrientes y así sucesivamente. Las influencias de la segunda clase se crean, por el contrario, fuera de esta vida, son las influencias que nos llegan del Circulo Interior o "Esotérico" de la humanidad; en otras palabras, han sido creadas bajo otras leyes, aunque sobre esta misma tierra. Estas influencias difieren de las primeras ante todo en que son conscientes en su origen. Esto significa que han sido creadas conscientemente por hombres conscientes, con fines determinados. Las influencias de esta clase toman cuerpo habitualmente, bajo la forma de doctrinas o de enseñanzas religiosas, de sistemas filosóficos, de obras de arte y así sucesivamente.
Las influencias de la segunda clase son lanzadas en la vida ordinaria de los hombres para una meta definida, y se mezclan con influencias de la primera clase. Pero no hay que olvidar nunca que estas influencias son conscientes solamente en su origen. Cuando penetran en el gran torbellino de la vida, caen bajo la 'ley común del accidente' y empiezan a actuar mecánicamente; en otras palabras, pueden actuar o no sobre tal o cual hombre, pueden o no alcanzarlo. Al sufrir toda clase de cambios y alteraciones en la vida por el hecho de su transmisión e interpretación, las influencias de la segunda clase se reducen a influencias de la primera clase, es decir se confunden en cierta manera con ellas. Es necesario que pensemos en ello, y veremos que no es difícil distinguir las influencias creadas en la vida de las influencias cuyo origen se encuentra fuera de la vida. Es imposible enumerarlas o hacer un catálogo de unas y otras. Hay que comprender. Todo dependerá de nuestra comprensión.
Nos preguntamos dónde comienza el camino. El comienzo del camino depende precisamente de esta comprensión, o de la capacidad de distinguir las dos clases de influencias. Naturalmente la distribución de estas dos clases de influencias es desigual. Tal hombre concuerda mejor con las influencias cuyo origen está fuera de la vida y recibe más de ellas; otro recibe menos, un tercero está casi aislado. Pero esto es inevitable. Esto ya es el "destino". Es necesario considerar la regla general: el hombre normal vive en las condiciones normales; siendo estas condiciones más o menos las mismas para todo el mundo, se puede decir que la dificultad es la misma para todos; ésta consiste en 'separar' las dos clases de influencias. Si un hombre no las separa al recibirlas, no ve o no siente su diferencia, su acción sobre él ya no estará separada, es decir que ellas actuarán de la misma manera, en el mismo nivel y producirán los mismos resultados.
Pero si en el momento en que recibe estas influencias, un hombre es capaz de efectuar las discriminaciones necesarias y poner aparte aquellas que no son creadas en la vida misma, entonces gradualmente se le hace más fácil el 'separarlas', y después de cierto tiempo ya no las podrá confundir con las influencias ordinarias de la vida. Los resultados de las influencias cuya fuente está fuera de la vida, se acumulan en él, las recuerda todas en conjunto, las siente todas en conjunto. Comienzan a formar en él un cierto 'todo'. Él mismo no se da cuenta claramente de qué se trata; no percibe ni el cómo ni el porqué, o si trata de explicárselo lo hace mal. Sin embargo, lo esencial no está ahí sino en el hecho de que al acumularse los resultados de estas influencias forman progresivamente en él una especie de 'centro magnético', que atrae todas las influencias relacionadas, y de esta manera crece. Si el centro magnético de un hombre recibe un alimento suficiente y si los otros lados de su personalidad, que resultan de las influencias creadas en la vida, no ofrecen fuerte resistencia, el centro magnético comienza entonces a influir sobre su orientación, lo obliga a efectuar un viraje y aun a ponerse en marcha en cierta dirección. Cuando su centro magnético ha adquirido la fuerza y el desarrollo suficiente, un hombre comprende ya la idea del camino y comienza a buscarlo. La búsqueda del camino puede tomar muchos años y no conducir a nada. Esto depende de las condiciones, de las circunstancias, del poder del centro magnético, del poder y de la dirección de las tendencias interiores a las que esta búsqueda no interesa en forma alguna, y que pueden desviar a un hombre de su meta en el preciso momento en que aparece la posibilidad de alcanzarla, es decir de encontrar el camino.
Si el centro magnético trabaja correctamente y si un hombre busca verdadera y sinceramente, o aun si siente en una forma justa fuera de toda búsqueda activa, puede encontrar a otro hombre que conozca el camino y que esté conectado, directamente o a través de personas intermediarias, a un 'centro' cuya existencia escapa de la ley de accidente, y de donde proceden las ideas que crearon el centro magnético. Nuevamente aquí hay múltiples posibilidades. Pero hablaremos de ello más tarde. Por el momento imaginemos que alguien haya encontrado a un hombre que conozca realmente el camino y que esté dispuesto a ayudarlo. La influencia de este hombre le llega a través de su centro magnético. Desde este momento, en este sitio, "el hombre se libera de la ley de accidente". Comprendámoslo, la influencia del hombre que conoce el camino sobre aquel que no lo conoce es un 'tipo especial de influencia', diferente de las dos primeras, ante todo por el hecho de que es una 'influencia directa' y, en segundo lugar es que es una influencia consciente. Las influencias del segundo tipo, de las cuales he hablado en un principio, que crean el centro magnético son conscientes en su origen, pero luego son lanzadas en el torbellino general de la vida, donde se mezclan con las influencias creadas por la vida misma, y caen a su vez bajo la ley de accidente. Las influencias de esta tercera clase escapan de esta ley por completo; están ellas mismas fuera de la ley de accidente, y su acción está asimismo libre de ella. Las influencias de la segunda clase pueden llegarnos a través de libros, de sistemas filosóficos, de ritos. Las influencias de la tercera clase no pueden actuar sino 'directamente', de una persona a otra, por medio de la transmisión oral.

El momento en que un hombre que busca el camino encuentra a un hombre que lo conoce, se llama "el primer umbral" o el "primer peldaño". A partir de este primer umbral, la escalera comienza. Entre la vida y el camino se encuentra la escalera. Sólo por medio de la escalera puede un hombre entrar en el camino. Más aún, el hombre asciende esta escalera con la ayuda de su guía; no puede subirla por sí solo. El camino comienza solamente al final de la escalera, esto es, después del último peldaño o del último umbral en un nivel muy por encima de la vida ordinaria.
Por lo tanto, es imposible contestar a la pregunta: ¿Donde empieza el camino?... El camino empieza con algo que de ningún modo está en la vida. ¿Cómo sería posible entonces precisar su origen? A veces se dice que en el ascenso de la escalera el hombre nunca está seguro de nada, que puede dudar de todo, de sus propias fuerzas, de la justeza de lo que hace, de su guía, y del saber y de los poderes de este último. Lo que alcanza es muy inestable; aun si ha llegado bastante alto en la escalera, puede siempre caer y tener que recomenzar todo. Pero cuando ha franqueado el último umbral y entrado en el camino, todo cambia. En primer lugar todas las dudas que podía tener acerca de su guía desaparecen, y al mismo tiempo su guía se vuelve mucho menos necesario que antes para él. En muchos aspectos ahora puede aún ser 'independiente', puesto que sabe hacia dónde va. Luego no puede perder tan fácilmente los resultados de su trabajo y no puede volver a caer al nivel de la vida ordinaria. Aun si se aleja del camino le será imposible regresar a su punto de partida.
Esto es casi todo lo que se puede decir en general, de la "escalera" y del "camino'" pero hay diferentes caminos. Hemos hablado ya de ellos. Por ejemplo, en el Cuarto camino hay condiciones especiales que no existen en los otros. Así una de las condiciones para el ascenso de la escalera en el Cuarto Camino es que un hombre no puede alcanzar el peldaño siguiente antes de poner a alguien en su propio peldaño. El otro, a su vez, tiene que poner a un tercero en su lugar, si es que él mismo quiere subir un peldaño más. Entonces, cuanto más asciende un hombre, más se encuentra bajo la dependencia de los que lo siguen. Si ellos se detienen, él también se detiene. Situaciones como las que menciono se encuentran igualmente en el camino. Puede ser, por ejemplo, que un hombre alcance poderes especiales y que tenga luego que sacrificarlos para elevar a otras personas a su nivel. Si las personas con las que trabaja alcanzan su nivel, le será devuelto todo lo que había sacrificado. Pero si ellos no alcanzan este nivel, él puede perderlo todo.
Hay también diversas posibilidades en cuanto a la situación del maestro, en relación al "centro esotérico" de acuerdo con lo que más o menos sepa sobre este centro, ya sea más o ya sea menos. Por ejemplo, el maestro puede saber exactamente dónde está el centro esotérico y cómo se puede recibir de él una ayuda; o bien, puede ignorarlo y conocer solamente al hombre de quien él mismo ha recibido su saber. En la mayoría de los casos, al comienzo, el discípulo no conoce sino el escalón'que le es inmediatamente superior. Y no es sino a medida de su propio desarrollo que él podrá "ver más allá" y reconocer de dónde viene lo que él sabe. Habiendo tomado a su cargo el papel de maestro, poco importa que un hombre sepa o no sepa exactamente el origen de lo que enseña; los resultados de su trabajo dependerán ante todo de este hecho: ¿Vienen o no sus ideas realmente del centro esotérico? ¿Comprende él mismo las ideas esotéricas, es decir, es capaz de distinguir las ideas del conocimiento objetivo de las ideas subjetivas, científicas o filosóficas?
Hasta ahora he hablado del verdadero centro magnético, del verdadero guía y del verdadero camino. Pero puede suceder que el centro magnético haya sido mal formado. Puede estar dividido el mismo centro, es decir, puede incluir contradicciones. Además, influencias de la primera clase, creadas por la vida, pueden haber entrado en él bajo la apariencia de influencias de la segunda clase, o bien los rastros de las influencias de la segunda clase pueden haber sido desnaturalizados hasta el punto de haberse convertido exactamente en lo contrario de lo que eran. Un centro magnético mal formado no puede dar una orientación verdadera. Un hombre cuyo centro magnético es de esta clase puede también estar en busca del camino, y puede encontrar a otro hombre que se llame a sí mismo un maestro, que pretenda conocer el camino y estar conectado con un centro fuera de la ley del accidente'. Pero puede ser que este hombre no conozca realmente el camino y no esté conectado con un centro tal. Aquí también hay muchas posibilidades: 1º Puede estar equivocado de buena fe e imaginarse conocer algo, cuando en realidad no conoce nada. 2° Puede tener fe en otro hombre, quien a su vez puede estar equivocado. 3° Puede engañar a sabiendas.
Por consiguiente, si aquel que busca el camino cree en tal hombre, éste puede conducirlo en una dirección totalmente diferente de la que le fue prometida; puede conducirlo muy lejos del camino justo y llevarlo a resultados absolutamente opuestos a los que habría podido alcanzar. Afortunadamente, esto no ocurre sino muy raras veces; pues los caminos equivocados son muy numerosos, pero en la inmensa mayoría de los casos no conducen a nada. El hombre simplemente da vueltas alrededor del mismo sitio, sin dejar de creer que está siguiendo el camino.
- ¿Cómo se puede reconocer un camino falso? (preguntó alguien).
- ¿Cómo se lo puede reconocer?... (dijo Gurdjieff). Es imposible reconocer un camino falso, si no se conoce el verdadero. Esto significa que es inútil preocuparse por reconocer un camino falso. Más bien, hay que preguntarse cómo hallar el verdadero. Aquí no hablamos de otra cosa. Pero esto no se puede resumir en dos palabras. Sin embargo, partiendo de lo que les he dicho, pueden llegar a muchas conclusiones útiles si recuerdan todo. Por ejemplo, ustedes pueden ver que el maestro siempre corresponde al nivel del alumno. Si el nivel del alumno es elevado, el del maestro también lo puede ser. Pero un alumno cuyo nivel no es especialmente elevado, no puede contar con un maestro de nivel muy alto. De hecho, un alumno nunca puede ver el nivel de su maestro. Esto es una ley. "Nadie puede ver más alto que su propio nivel"... Pero la mayoría de la gente ignora esta ley, y en general, cuanto más bajo es su nivel, tanto más exige un maestro de nivel superior. Comprender esto claramente ya es comprender mucho. Pero esto rara vez sucede. Por regla general, el discípulo mismo no vale un comino, pero no quiere otro maestro que no sea el mismo Jesucristo. Un maestro de menos categoría no es digno de él. Y nunca se le ocurrirá que, aunque llegara a encontrar a un maestro tal como aquél descrito en los Evangelios, no sería capaz de seguirlo; en realidad, para poder ser su discípulo tendría que tener el nivel de un apóstol. He aquí una ley inflexible: "Cuanto más grande es el maestro, tanto más difícil es seguirlo. Y si la diferencia entre los niveles del maestro y del alumno excede de un cierto límite, el alumno encuentra dificultades insuperables en el camino". Una de las reglas fundamentales del Cuarto Camino se relaciona directamente con esta ley.
En el Cuarto Camino, no hay sino un maestro; "quien sea el más antiguo es el maestro". Y tanto como el maestro le es indispensable al alumno, el alumno le es indispensable al maestro. El alumno no puede progresar sin maestro y el maestro no puede progresar sin alumno o alumnos. Y esto no es una consideración de tipo general sino una regla indispensable y completamente concreta sobre la cual se basa la ley de toda ascensión posible para un hombre. Como ya se ha dicho, nadie puede elevarse a un grado superior de la escalera antes de haber colocado a alguien en su propio lugar. Lo que un hombre ha adquirido, inmediatamente debe darlo de nuevo; solo entonces puede adquirir más. De otro modo le sería quitado aun lo que le ha sido dado.
En una de las reuniones siguientes, cuando Gurdjieff me pidió que repitiera lo que él había dicho sobre el camino y sobre el centro magnético, resumí estas ideas en un diagrama:

V ..... vida.
H ..... un hombre, tomado aisladamente.
A ..... influencias creadas en la vida por la vida misma - primera clase de influencias.
B ..... influencias creadas fuera de la vida, pero lanzadas en el torbellino general de la vida-segunda clase de influencias.
H1..... un hombre ligado al centro esotérico por medio de la sucesión, o que pretende estar ligado a éste.
E ..... centro esotérico, situado fuera de las leyes generales de la vida.
M ..... centro magnético en el hombre.
C ..... influencia del hombre H1 sobre el hombre H; en el caso de un vínculo real con el centro esotérico, sea este vínculo directo o indirecto, se trata de una influencia de la tercera clase. Esta influencia es consciente, y bajo su acción, en un punto M que designa al centro magnético, un hombre deviene libre de la ley de accidente.
H2 ..... un hombre que se engaña a si mismo o a los demás, no teniendo ningún vínculo directo o indirecto con el centro esotérico.

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